Conmemoración del 206° del Natalicio de Don Benito Juárez García, Benemérito de las Américas.

El 21 de marzo, por la mañana, tuvo lugar el homenaje conmemorativo al 206 Aniversario del Natalicio de Don Benito Juárez García, acto celebrado frente al monumento al Benemérito de las Américas, ubicado en una de las principales avenidas de la ciudad de Guatemala.

Descripción del Evento

El homenaje inicio con los honores e izamiento de las banderas de Guatemala y México, acompañados de la entonación de los himnos de ambos países. Posteriormente, se procedió a la colocación de una Ofrenda Floral por parte del Embajador de México, Eduardo Ibarrola, en compañía de los titulares de la Agregaduría Militar y Aérea, General Brigadier Cesáreo López Acosta; del Representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Embajador Guillermo Estrada, Asesor de la Dirección General de Protocolo y Ceremonial; y de la Presidenta de la Asociación de Damas Mexicanas, Marcia Carrasco.

El acto contó con la participación musical de la Banda Sinfónica Marcial del Ministerio de la Defensa Nacional y de la Banda de la Sección de Guardia de Honor de la Defensa Nacional.

A este homenaje asistieron funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala; Embajadores de países Latinoamericanos; funcionarios de la Embajada y Sección Consular; directivos y alumnos de la escuela Club Rotario Benito Juárez; Presidentes y Directivos de Cámaras de Empresarios Mexicanos y medios de comunicación locales.

Discurso del Embajador

Hace 206 años, el 21 de marzo de 1806, nació BENITO JUAREZ GARCIA, en el pequeño pueblo de San Pablo Guelatao, del hoy Estado de Oaxaca en el que solo habitaban veinte familias indígenas zapotecas. Seguramente nadie, cuando él nació, se imaginó que Benito Juárez sería Presidente de México y como tal uno de los grandes artífices del Estado mexicano. Que ocuparía además un sitio en la Historia Universal.

En julio de 1832, en circunstancias completamente diferentes, nació en el Palacio de Shoenbrum, Fernando Maximiliano de Habsburgo. Tampoco nadie se imaginó en ese momento, que la vida de este miembro de la nobleza austriaca, se conectaría con la del indígena zapoteca Benito Juárez.

Hacer un homenaje a Don Benito Juárez en Guatemala, nos permito reflexionar sobre la importancia de su vida y de su obra en la consolidación de la independencia de México y en el impacto que tuvo en varios países iberoamericanos.

Nos permite además recordar el establecimiento de la reforma, del liberalismo y de la separación del Estado y de la Iglesia y de la forma en que de manera contundente se sentaron las bases del Estado mexicano.

También recordar su vida y su obra nos permite reflexionar sobre la profunda influencia que Juárez tuvo no solo en México sino en el resto de la América hispana, y como por ello fue declarado BENEMÉRITO DE LAS AMERICAS, cuyo legado se sintetizó en la frase inmortal: ENTRE LOS INDIVIDUOS COMO ENTRE LAS NACIONES,  EL RESPETO AL DERECHO AJENO, ES LA PAZ.

Benito Juárez nació en una cuna muy humilde.  Indio puro de raza zapoteca, hasta los once años no hablaba el idioma castellano, ni sabía leer ni escribir.

Nos relata el historiador Enrique Krauze, que Benito Juárez perdió a sus padres siendo muy niño que fue pastor de un rebaño de ovejas de un tío suyo. Krauze nos dice también, que tal vez alentado por una hermana que trabajaba en la Ciudad de Oaxaca, a 60 km aproximadamente de San Pablo, sintió el impulso de salir de la Sierra de Ixtlán y de establecerse en la Ciudad capital del Estado.

Benito Juárez vivió primero en la casa del español en donde su hermana trabajaba, pero más tarde, gracias a un franciscano, generoso protector y padrino espiritual, pudo estudiar en el Seminario Conciliar de la Ciudad, disciplinas como la gramática latina, filosofía escolástica y teología. Sin embargo, Juárez no estaba interesado en seguir la carrera del sacerdocio, por eso es que a los 22 años ingresó al recientemente creado Instituto de Ciencias y Artes, para estudiar jurisprudencia.

Circunstancias de la vida pero sobre todo su franca determinación y sólido carácter, le permitieron a Juárez salir de su pequeño pueblo y llegar a la Ciudad de Oaxaca, ahí, además de graduarse de abogado iniciaría una ascendente carrera política hasta, treinta años después, llegar a ser gobernador del Estado en 1849 no sin antes haber fungido como regidor del Ayuntamiento, diputado local, fiscal del Tribunal Superior de Justicia del Estado y haber ejercido también su profesión de abogado.

Mas tarde, Juárez llegaría también a ser diputado federal representante de su Estado natal Oaxaca, Ministro de Justicia, Ministro de Gobernación y posteriormente alcanzar la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En tal carácter, ante la renuncia del Presidente Comonfort, -quien quiso evitar la aplicación de la Constitución liberal de 1857-, Juárez asumió la Presidencia de la República.

Juárez sería un actor principal de la violenta Guerra de los Tres Años en la que nuevamente nos enfrentamos los mexicanos, lucharon conservadores contra liberales; al final se trataba de la aplicación o del desconocimiento de la nueva Constitución de 1857, documento que había sido votado democráticamente y que expresaba los anhelos, deseos y visiones modernizadoras de un grupo de mexicanos que creían firmemente en la igualdad, en la supresión de los privilegios y en el avance económico y social del país.

La Guerra terminaría con el triunfo de la Reforma y del movimiento liberal. Juárez entró triunfante en la Ciudad de México el 11 de enero de 1861. Para entonces ya se habrían promulgado las famosas leyes de Reforma: Entre ellas, la de nacionalización de los bienes de la Iglesia; el establecimiento del Registro Civil y del matrimonio como un contrato civil; la secularización de los cementerios y la libertad de cultos. La reforma era un movimiento modernizador y liberal, cuyo andamiaje jurídico sería elemento esencial de un Estado Moderno como al que Juárez aspiraba.

Pero el triunfo de la Reforma no evitó los desafíos a los que continuaría enfrentándose el gobierno de Benito Juárez. La guerra había devastado una vez más a México y los gobiernos extranjeros acreedores del país se habían organizado para recuperar sus créditos por la vía militar. Napoleón III vería en esta acción de cobranza, la oportunidad de establecer una especie de prolongación de su Imperio en América.

Además de la invasión francesa, México vería la presencia de un príncipe europeo que deseaba, a invitación de algunos mexicanos, el establecimiento de un imperio. Maximiliano de Habsburgo llegó a las costas de Veracruz en mayo de 1865 y desde un principio se enfrentaría al gobierno de Benito Juárez, quien defendía la legitimidad de su gobierno y la soberanía nacional y quien además consideraba inadmisible en México la presencia de un noble europeo, con pretensiones monárquicas.

Después de una nueva guerra, Juárez vencería a Maximiliano y a los ejércitos franceses y a los grupos de mexicanos que en un principio lo habían apoyado. Nuevamente el 15 de julio de 1867 Juárez entraría triunfante en la Ciudad de México  restablecería la Constitución de 1857 y la vigencia de leyes de reforma.

Pero al igual que años antes, los graves problemas de México y los desafío a los que tendría que enfrentar su gobierno no habían terminado. La división entre los mexicanos seguía prevaleciendo, el país se veía asolado por un gran número de asaltantes, bandidos y plagiarios; el ejército habría sido reducido y el descontento proliferaba. Ciertamente, el gobierno de Juárez no era de comodidad, ni de tranquilidad.

Pero era imposible modificar el curso del destino. Don Benito Juárez, el héroe que había resultado triunfador de la Reforma, del liberalismo y quien había derrotado las pretensiones imperiales europeas, moriría el 18 de julio de 1872, a los 66 años, víctima de una enfermedad.

¿Qué significa la figura de Benito Juárez para los mexicanos de hoy? ¿Qué representa la figura de Juárez para los latinoamericanos del siglo XXI?

Ciertamente, Juárez es visto como la personificación del triunfo en contra de la adversidad. Juárez es el ejemplo de un hombre de un gran valor, recio carácter y una profunda convicción; desde su infancia está en lucha por su superación personal y durante su madurez, por hacer prevalecer sus ideales y principios.

Juárez llegó, del lugar más humilde en la sociedad mexicana, como fue el hecho de haber nacido en una pobre aldea indígena  a ocupar un sitio entre los grandes estadistas de la historia.

Juárez fue un firme creyente en la educación y por ello apoyó a las instituciones de instrucción pública. El mismo se había beneficiado de un proceso que le permitió la superación personal, la adquisición de conocimientos, la derrota de dogmas y atavismos. La educación para Juárez significó la liberación de la pobreza y la obtención de oportunidades.

Juárez también significa al día de hoy, la lucha en la defensa de la soberanía de una Nación, la lucha por la consolidación de su independencia; de manera muy especial, Juárez es además un ejemplo de la incesante búsqueda de la legalidad, de la aceptación del Derecho como orden normativo por excelencia, en suma de la prevalencia del Estado de Derecho.

Juárez lucha en contra de la división interna de los mexicanos y en contra del invasor extranjero. Juárez resulta triunfador pero toda su vida estuvo plagada de retos, de desafíos, de problemas, de adversidades e incluso de tragedias personales, como la pérdida de dos de sus hijos.

Juárez fue un hombre honrado. Vivió siempre con discreción. Para él era inaceptable el enriquecimiento en un cargo público.

Por ello, el ejemplo de Juárez para las generaciones de hoy, es de superación personal; de lucha incansable por los principios e ideales; de búsqueda de la justicia, legalidad, democracia e igualdad y de una vida con honradez. Valores, todos ellos, que debemos tener muy presentes en la época actual, valores que por su universalidad cuentan con vigencia plena.

Hace un año precisamente, el Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa expresó que "...la figura de [Benito Juárez]  mexicano universal...seguirá siendo hoy y siempre un ejemplo en la forja de la Patria, para la presente y para las futuras generaciones".

Que viva Benito Juárez,

Muchas gracias

 

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