La Embajada representa los intereses de México y de los mexicanos en la Comunidad de Australia y, de forma concurrente, en la República de Fiji, el Estado Independiente de Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón y la República de Vanuatu, y su misión es promover las relaciones políticas, económicas, comerciales, culturales, de ciencia y tecnología y cooperación con los gobiernos y ciudadanos de estos cinco países.
La Embajada proporciona información, asistencia y protección consular en situaciones de emergencia, así como trámite de los documentos que requieran los nacionales que se encuentren en el territorio de estos cinco países. Asimismo, ofrece orientación a los extranjeros que desean visitar México en calidad de turistas, estudiantes y hombres de negocios.
La Embajada se estableció originalmente en una casa ubicada en Mugga Way, en mayo de 1966. Durante 16 años la Embajada se mudó a diferentes lugares en la Capital Federal, hasta que en 1982 se estableció entre las Avenidas Perth y Darwin, y la calle Empire Circuit, en la parte este del suburbio de Yarralumla, en un inmueble construido expresamente para ser sede de la Embajada.
El edificio principal puede reconocerse fácilmente ya que se encuentra asentada en una terraza natural justo enfrente del parque Sterling, en la que sobresalen las imágenes del Escudo Nacional por un lado y el Calendario Azteca por el otro, adornando el muro principal de entrada a las inmediaciones.
El acceso al edificio de oficinas se hace a través de la puerta enrejada en la Avenida Perth y posteriormente de una puerta de cristal que permite el acceso al interior de las oficinas, en donde se encuentra la Sección Consular, la oficina del embajador, de los funcionarios, de la agregaduría militar y la biblioteca.
En el patio central de la embajada, del lado de la avenida Perth, se encuentran dos réplicas de dinteles mayas que dan la bienvenida a los usuarios. Los dinteles de la embajada son una réplica de los que se encuentran en las ruinas de Yaxchilán y representan una escena ritual que ilustra el dominio de la escultura por los mayas.
El patio está adornado por una réplica del Escudo Nacional de México, de origen Azteca, así como por la Piedra del Sol, también conocida como Calendario Azteca. El Escudo Nacional representa la materialización de la profecía del Dios Huitzilopochtli al pueblo azteca para la fundación de su ciudad capital. Según la tradición esta profecía indicaba que la capital debería construirse en donde encontraran, en un islote en medio de un lago, un águila posada sobre un cacto devorando una serpiente. Dicha señal se habría encontrado en lo que hoy día es la plaza mayor o Zócalo de la ciudad de México.
La Piedra del Sol, también conocida como el Calendario Azteca, es parte de la cultura mexicana prehispánica en Mesoamérica. Este gran monumento, que es una representación de la visión cosmológica de los cinco mundos Aztecas, podría haber servido como base para un calendario solar y ritual y como punto de partida para observaciones astronómicas complejas. De unos 3.6 metros en diámetro y aproximadamente 21.8 toneladas, esta gran escultura es centro de atracción en el Museo Nacional de Antropología.
La entrada principal de la Embajada está resguardada por dos réplicas de jaguares de piedra, los cuales son un excelente ejemplo de la escultura naturalista de los aztecas. Son un reflejo de la importancia que le otorgaban a dichos animales como símbolos de poder, valentía y guerra, confirmado por el hecho de que los guerreros más importantes eran los águila o jaguar.
El edificio que alberga la Embajada de México fue diseñado por el arquitecto mexicano Alfredo Terrazas de la Peña, en colaboración con otros arquitectos australianos y fue completado en el año de 1982. El edificio es considerado una atracción arquitectónica en Canberra y punto de referencia debido a su forma sencilla y elegante, paredes lisas blancas, espacios abiertos y un tragaluz interior amplio que realza la sensación de espacio.
Al interior del edificio se encuentra una maqueta de la antigua ciudad de Tenochtitlan, la magnífica capital del Imperio Azteca y donde se asienta en la actualidad la Ciudad de México. La ciudad de Tenochtitlan era muy simétrica. El Templo Mayor era uno de los principales templos de la capital azteca, donde se sitúa actualmente la Ciudad de México. Su estilo arquitectónico data del período postclásico en Mesoamérica. La construcción del primer templo principió en 1390 y fue reconstruido seis veces después de dicha fecha. Cuando llegaron los conquistadores españoles hacia el año de 1519, el cronista Bernal Díaz del Castillo escribió:
“... y desde que vimos tantas ciudades y valles poblados en el agua y en la tierra firme y otras grandes poblaciones y aquella calzada tan derecha y por nivel como iba México, nos quedamos admirados y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento... por las grandes torres y edificios que tenían dentro del agua... aún algunos de nuestros soldados decían que si aquello que veían si era entre sueños... No sé cómo lo cuento, ver cosas nunca oídas, ni aún soñadas como veíamos.”
La Embajada cuenta con un buen número de réplicas de famosos artefactos prehispánicos, así como con un acervo de publicaciones conteniendo información sobre México, tanto en español como en inglés.
Desde 1966 a la fecha México ha acreditado a 15 Embajadores en Australia:
- Eugenio de Anzorena (1966 – 1968).
- Roberto Molina Pasquel (1968 - 1971).
- José Gamas Torruco (1971 – 1976).
- Donaciano González (1976 – 1978).
- Luis Echeverría Álvarez (1978 – 1980).
- Jesús Cabrera Muñoz Ledo (1980 – 1985).
- Jesús F. Domene (1985 – 1989).
- Alejandro Morales de la Vega (1989 – 1992).
- Enrique Buj Flores (1992 – 1996).
- Raphael Steger Cataño (1996 – 2004).
- Martha Ortiz de Rosas Gómez (2004 -2010).
- María Luisa Beatriz López Gargallo (2010-2013).
- Armando Alvarez (2014-2017).
- Eduardo Peña Haller (2018 - 2023).
- Ernesto Céspedes Oropeza (2024 - )
El 20 de noviembre de 2012 se celebró, en el marco del CII Aniversario de la Revolución Mexicana, la Ceremonia Oficial de Develación de la escultura “Chalchiuhtlicue” del prestigiado artista mexicano Jesús Mayagoitia que fuera ubicada en la Plaza Latinoamericana de la ciudad de Canberra.
La escultura está inspirada en la diosa del agua, esposa de Tláloc, misma que fue encontrada a los pies de la Pirámide de la Luna en Teotihuacán. En palabras del autor, Jesús Mayagoitia, quien recibió el Gran Premio Herny Moore en 1987 de parte del Museo Utsu Kushiga-hara en Japón, el elemento que define la pieza es el agua, elemento inasible e informe que la “Chalchiuhtlicue”, por su condición divina, puede asir y dar forma para crear un torrente que se despega de su cuerpo en dos vertientes laterales, acentuando, precisamente el agua, como tema de la pieza.
La Plaza Latinoamericana, ubicada en el centro de la ciudad de Canberra, nace de un acuerdo celebrado en febrero de 2010 entre el Gobierno del Territorio de la Capital Australiana y las representaciones diplomáticas latinoamericanas, las cuales se comprometieron a instalar una obra de arte originaria de cada país. Cabe mencionar que el diseño urbano de Canberra, caracterizado por la arquitectura moderna de los edificios de la Universidad Nacional Australiana que rodean la Plaza Latinoamericana, conforman ahora un conjunto armónico con la escultura contemporánea de Mayagoitia.