La relación económica, empresarial y de inversiones

La excelente relación económica, empresarial y de inversiones entre ambas economías, que ya está a un muy alto nivel, sigue viviendo una fase de un auge continuo. Después de la caída del comercio bilateral y de las inversiones mutuas durante la crisis financiera y económica mundial de 2009 y 2010, se sobrepasó en el año 2012 el nivel pre-crisis de 2008 en las relaciones económicas bilaterales. En los años posteriores, desde 2013 hasta hoy, se registró un alza considerable en las transacciones comerciales entre ambas naciones, tanto en el comercio bilateral, como en cuanto a las inversiones directas. En suma, México se ha posicionado como el socio económico latinoamericano más importante para Alemania.


En este contexto llama la atención que, justamente durante estos últimos tres años, grandes consorcios alemanes realizaron, pusieron en marcha o anunciaron una serie de mega-proyectos de inversión en México, sobre todo en la industria automotriz, entre los cuales destacaron los anuncios de Volkswagen, Audi, BMW y Mercedes Benz, cada uno por un monto de inversión mayor a mil millones de dólares:

  • El 15 de enero de 2013, se inauguró la nueva planta de motores de Volkswagen en Silao, Guanajuato.
  • En mayo de 2013, inició la construcción de la primera planta automotriz de Audi en San José de Chiapa, Puebla, que será inaugurada a finales de septiembre de 2016.
  • En marzo de 2015, se pusieron en operación las obras de preparación del terreno en San Luis Potosí, donde se construirá la planta de producción de la empresa de BMW, que iniciará su producción en 2019. El 16 de junio de 2016 se colocó la primera piedra.
  • En septiembre de 2015, los CEO de Daimler y Renault-Nissan colocaron la primera piedra para la nueva planta común de ambos consorcios en Aguascalientes, que producirá autos Mercedes Benz e Infinity.
  • Además, Volkswagen está ampliando considerablemente su planta principal en Puebla, que cumplió en 2014 el 50 aniversario de su fundación y que es la segunda más grande de Volkswagen en el mundo, después de su sede en Wolfsburg.

Estas inversiones son de gran importancia para las perspectivas de la industria automotriz mexicana, por un lado, por sus capacidades de producción y la creación de miles de empleos directos y, además, por la generación de otros miles de empleos indirectos por parte de los proveedores de autopartes mexicanos y alemanes dentro de la logística local y regional.

El Presidente Enrique Peña Nieto recibió el 24 de septiembre de 2015 en la Residencia Oficial de Los Pinos al CEO de la empresa automotriz alemana Daimler AG, Dieter Zetsche, quien le informó sobre el inicio de la construcción de su nueva planta en el estado de Aguascalientes, en presencia del Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, del Jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz y del Gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre.

En general, el enorme potencial económico de México, derivado de sus recursos naturales y del tamaño de su mercado interno, ha convertido al país en un socio importante y atractivo para Europa, dentro de la cual la economía alemana ocupa un lugar preponderante.


El empresariado alemán tiene interés en seguir participando en México, no sólo por el potencial de nuestro mercado, sino por su importante posición geográfica y estratégica en el mercado mundial. Nuestros tratados de libre comercio, cooperación e inversión así lo demuestran.


México es el único país de América Latina con el que Alemania tiene al mismo tiempo un TLC vía la UE; un APPRI y un acuerdo para evitar la doble tributación.


La entrada en vigor del Acuerdo sobre Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRI) entre México y Alemania el 23 de febrero de 2001, así como la inauguración del Centro de Industria y Comercio de Alemania en México (Casa de Alemania en la Cd. de México) en octubre de 2001, el primero en su género en América Latina, contribuyeron a dar mayor confianza a los inversionistas de la pequeña y mediana industria alemanas, actitud que se ha venido reafirmando debido a las posibilidades económicas y de inversión que ofrece México.


El Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, que entró en vigor el 1 de julio de 2000, fue el primero de este tipo entre la UE y un país de América Latina. El sector económico alemán recibió con interés y entusiasmo la conclusión del TLCUE y su firma planteó una nueva relación estratégica entre ambas partes. México obtuvo, con la firma de este tratado, una situación privilegiada al contar con acuerdos de libre comercio con los dos mercados más importantes del mundo: América del Norte y Europa, a lo cual se suma su ubicación geográfica estratégica, que sirve como puente de enlace entre América del Norte y el resto de América Latina, así como con los países al otro lado del Atlántico y del Pacífico.


En total, México dispone hoy de una red de 12 Tratados de Libre Comercio (TLC), que abarcan en total 46 países, entre ellos los EUA y Canadá (mediante el TLCAN), la UE de los 27 y Japón, así como una serie de estados latinoamericanos. Con ello, México es un país con una amplia red mundial de TLC y ofrece un libre acceso a mercados internacionales con más de 1.2 mil millones de consumidores.


Entre las prioridades de la política económica exterior de México figura la Alianza del Pacífico (AP), compuesta por Chile, Colombia, México y Perú. La activa participación de México en esta Alianza es parte de su estrategia de integración económica con América Latina. La AP fue oficialmente creada el 28 de abril de 2011 y el Acuerdo Marco de la AP fue suscrito el 6 de junio de 2012 en Chile por los presidentes de los cuatro países miembros y entró en vigor el 20 de julio de 2015.


Si se sumara toda la producción de los cuatro países-miembros de la AP y se les contara como un sólo país, serían la octava economía del mundo y la octava potencia exportadora. Además, en América Latina y el Caribe genera 39% del PIB, 50% del comercio exterior, 55% de las exportaciones, 44% del total de flujos de Inversión Extranjera, y crea un mercado propio de más de 216 millones de personas.


Dicha Alianza debe consolidarse como la zona de libre comercio más importante de América Latina. En el largo plazo, el objetivo es un proceso de integración, avanzando no solamente hacia la libre circulación de bienes y servicios, sino también de capitales y personas, y de esta manera fortalecer sus vínculos con el Asia Pacífico.


Además, la AP aspira a ser una plataforma económica real hacia el Asia-Pacifico. Actualmente ya 49 Estados forman parte de dicha Alianza en calidad de países-observadores, entre ellos, Argentina, Australia Canadá, China, la República de Corea, Costa Rica, Egipto, España, los EUA, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, la India, Indonesia, Japón, Marruecos, Nueva Zelandia, Panamá, Turquía y Uruguay, así como desde noviembre de 2013 también Alemania.


De acuerdo al Doing Business 2016 del Banco Mundial, en América Latina y el Caribe los países miembros de la Alianza del Pacífico ocupan los primeros lugares en el ranking de facilidad para hacer negocios: México (1º), Chile (2º), Perú (3º) y Colombia (4º).