DE VISITA A SAN NICOLÁS

 

Particularmente en la región del Abruzzo en Italia la fe en San Nicolás lleva a numerosos creyentes a emprender largos viajes a pie, como el de Monteodorisio, un recorrido de más de 250 kilómetros que comienza el 1 de mayo y termina el 7, normalmente con pernoctaciones improvisadas, un auténtico peregrinaje. Se trata de una antigua tradición que consistía en dormir al aire. A esta práctica también se unen italianos provenientes de las regiones de Campania y Molise, regiones en las que se venera mucho a San Nicolás.

Hoy en día llama la atención ver a las nuevas generaciones entre la multitud, jóvenes y adolescentes, que llegan en bicicleta o en otros medios de transporte para saludar a San Nicolás, así como muchos extranjeros a menudo de fe ortodoxa, que rinden homenaje al santo durante la fiesta patronal.

La noche del 7 de mayo, en la Basílica de San Nicolás de Bari, meta del peregrinaje, la población retrocede en el tiempo con música y trajes típicos de la época.

El día 8 por la mañana, con la apertura de la Basílica a las 4.30 horas, comienza la jornada de celebraciones con una serie de actos hasta el 9 de mayo, cuando cada vez más creyentes esperan participar en el traslado del “santo maná”. Los restos del santo se abren ante los fieles y se recoge el "maná", que en realidad es agua. Mientras que para algunos esto es un milagro, para otros es un fenómeno natural de condensación. El "maná" también se considera una reliquia porque ha estado en contacto con los huesos del santo. Cada año se recoge algo más de medio litro, se diluye en agua y se distribuye a los fieles.