México - Rumania a lo largo de la historia
Las primeras informaciones de los rumanos sobre este país de América Latina provienen desde finales del siglo XVIII, "El siglo de las luces". Se deben al erudito moldavo Amfilohie Hotiniul y a su obra "De obste gheografie" que apareció en Iasi en 1795.
En las primeras décadas del siglo XIX escribió historias sobre México y los mexicanos, en los periódicos de la época "El courier rumano" y "Abeja rumana".
Desde la segunda mitad de ese siglo, los rumanos comenzaron a moverse a México, estableciendo contactos directos con el país y con el pueblo mexicano. El primero de ellos llegó a México en 1862, siendo parte del cuerpo expedicionario enviado por el Emperador de Francia, Napoleón III, para derrotar la rebelión mexicana dirigida por Benito Juárez, (George Bibescu).
Otro viajero rumano y explorador que llegó al final del siglo XIX fue Iuliu Popper, que entre 1884-1885 trabajó como editor del periódico "Diario de los Forasteros". Desde México, el ingeniero rumano viajó a la Tierra del Fuego y Argentina.
En la primera década del siglo XX, México fue visitado por el explorador y geólogo Gregoriu Ştefănescu, profesor de la Facultad de Ciencias, de la Universidad de Bucarest. El científico rumano participó, por otra parte, en el X Congreso Internacional de Geología que se llevo a cabo en el otoño 1906 en la Ciudad de México.
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Los primeros documentos diplomáticos bilaterales datan de 1880, en los cuales se informó - por el la parte rumana - y reconocida - por la parte mexicana - la independencia de Rumanía. El 20 de abril el Rey Carol notificó sobre la independencia de Rumanía y en la carta de respuesta, el 30 de noviembre, el Presidente mexicano Porfirio Díaz, dijo que recibió la "notificación con la satisfacción más alta sobre la independencia de Rumanía" y desea que los dos países desarrollen "relaciones cordiales". Las mismas cartas protocolarias se intercambiarón un año después, en 1881, con motivo de la proclamación del Reino de Rumanía.
Durante cuatro décadas, en el período 1885-1926, se llevó a cabo una verdadera campaña de intentos, todos fallidos, por desgracia, para establecer un Consulado Honorario de Rumanía en México. Así, el 22 de junio 1885, el Ministro Plenipotenciario de Rumanía en Bruselas, Ion Văcărescu, hizo una propuesta al Ministro de Relaciones Exteriores, Dimitrios A. Sturdza, para la creación de un consulado honorario de categoría II en Veracruz y el nombramiento de José Gozales Páginas como titular, recomendado también por el Ministro de México en la capital belga. Apreciando la necesidad y utilidad de un consulado, las autoridades de Bucarest no dieron una propuesta de curso favorable. El mismo resultado tuvieron las peticiones realizadas por J.M.Crespo (12 de octubre 1899), el representante de una empresa de importación de máquinas y herramientas, Carl Reichert (30 septiembre 1911) y Robert Habermann (1921). La iniciativa se reanudará después por el Ministro Plenipotenciario en Washington, Anton Bibescu el 2 de enero 1923, pero tendrá el mismo resultado negativo. El 6 de junio 1924 y 05 de julio 1926, Herman Rosenow y Armin Anton von Ehrenberg, presentarán otras solicitudes, pero sin respuesta.
Las relaciones bilaterales tendrían una nueva perspectiva en el comienzo de la cuarta década del siglo pasado, cuando, en el año 1931, México se unió a la Liga de las Naciones.
Finalmente, a mediados de la década, los dos Estados hicieron el paso decisivo en el establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales a nivel de Delegaciones encabezadas por Ministros Plenipotenciarios. El 1 de octubre de 1935, el diplomático de carrera Dimitrie Drăghicescu fue enviado como Ministro Extraordinario y Plenipotenciario a México. Llegó a la Ciudad de México el 18 de diciembre, el diplomático rumano fue recibido en audiencia el 23 de diciembre de 1935 por el Ministro mexicano de Relaciones Exteriores, el General Hay. Él expuso la "profunda simpatía que mantiene el pueblo mexicano con el pueblo rumano, simpatía natural, dadas las afinidades de la civilización que unen a los dos países". En respuesta, el rumano Drăghicescu dijo que el Gobierno espera recibir un representante diplomático de México en Bucarest, donde su interlocutor aseguró que México nombrará pronto un Ministro en la capital rumana.
El 7 de enero de 1936, Dimitrie Drăghicescu presentó sus credenciales al Presidente Lázaro Cárdenas. La ceremonia oficial fue seguida por una conversación cordial, en la cual el Presidente mexicano anunció su "simpatía por Rumania, inspirada por la solidaridad latina". En la base de la reciprocidad, el 23 de septiembre de 1936, el Gobierno rumano dió su beneplácito al nombramiento de Vicente González Veloz, como Ministro Extraordinario y Plenipotenciario de México en Bucarest. El 20 de noviembre llegó a Bucarest y el 9 de diciembre de 1936, presentó sus credenciales al Rey Carol II.
Un año después de estos acontecimientos, el Encargado de Negocios de Rumaniía en la Ciudad de México, Vintilă Pentala, propusó en dos ocasiones, el 23 de octubre y el 5 de noviembre de 1937, abrir dos consulados honorarios en las ciudades de Monterrey y Veracruz, indicando las personas que serían capaces de ocupar estas funciones. El diplomático sostuvo que otros países, como Checoslovaquia, Polonia, Dinamarca y Suecia tuvieron consulados de categoría II en dos ciudades mexicanas. El 3 de febrero de 1939, el Ministro rumano de Asuntos Exteriores, Grigore Gafencu, le comunicó a Vintilă Petala "que estaría dispuesto a establecer un consulado en Veracruz" y pidió la recomendación de una persona que tenga la aprobación del Gobierno mexicano. Petala no contestó y las cosas se mantuvieron así.
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El 15 de octubre de 1940, el gobierno del General Ion Antonescu cortó relaciones diplomáticas con México, y llamó al Encargado de Negocios, Vintilă Petala, y ordenó el cierre de la Legación rumana en la Ciudad de México. El Encargado de Negocios de México en Bucarest, Francisco Vásquez-Tressera, fue informado de que los intereses de Rumanía en México estarian representados por la Legación rumana en Washington. Tras recibir las notificaciones para abolir la legación, a mediados de septiembre de 1940, Vintilă Petala advirtió a las autoridades de Bucarest, el 24 de septiembre 1940, que países europeos ya ocupados por los alemanes, como Noruega, Dinamarca, Bélgica y Polonia siguieron manteniendo a sus representantes diplomáticos en la Ciudad de México "donde forman parte de la opinión pública norteamericana y donde están presentes todas las corrientes del continente". En consecuencia, consideró útil establecer un consulado Honorario General de Rumanía en la Ciudad de México y proponer como titular a Pablo Martinez del Río, profesor de Historia de la Universidad Nacional. El Gobierno de Bucarest no siguió la propuesta.
El 24 de diciembre de 1941, las relaciones diplomáticas entre los dos países se rompieron oficialmente, tras la Declaración de Guerra por parte de Estados Unidos, Reino Unido y por el Gobierno del General Antonescu.
Las relaciones se reanudarán en el régimen comunista, entre la Republica Socialista de Rumanía y los Estados Unidos Mexicanos. Así, entre el 7 septiembre y el 8 octubre de 1968, se llevó a cabo la visita oficial de una delegación del Gobierno rumano a varios países de América Latina - México, Venezuela, Colombia, Chile, Perú y Uruguay. Durante la visita a México fue firmado el primer acuerdo interbancario rumano-mexicano y se abrió una Agencia Comercial rumana en la Ciudad de México. Cinco años más tarde, el 20 de marzo de 1973, Rumanía y los Estados Unidos Mexicanos restablecieron las relaciones diplomáticas a nivel de Embajada. Las relaciones entre la Republica Socialista de Rumanía y México fueron normales, en relación de amistad, los Presidentes de los dos países y los Ministros de Asuntos Exteriores hicieron visitas recíprocas (en 1974, 1975 y 1979).
Después del 22 de diciembre de 1989, las relaciones de México con la nueva Rumanía, post-revolucionaria, libre y democrática se desarrollarían armoniosamente en nuevas direcciones y coordenadas.