La piñata: un símbolo de identidad

La piñata tiene una historia profundamente arraigada en México. Su origen se remonta a más de 400 años, en el ex convento de San Agustín, en Acolman, Estado de México, donde tomó la forma que actualmente se conoce, con variaciones en colores, figuras y tamaños.

Las figuras clásicas incluyen flores, barcos y estrellas; sin embargo, la más tradicional es la estrella de siete picos, cuyos picos representan los pecados capitales, mientras que los dulces y frutas que caen al romperla simbolizan las bendiciones que reciben quienes participan.

En las posadas decembrinas, la piñata se llena con dulces, cacahuates y frutas de temporada como cañas, jícamas, mandarinas, tejocotes y naranjas. Antes de romperla, solía entonarse el verso tradicional:
“No quiero oro, ni quiero plata; yo lo que quiero es romper la piñata”,
canto que, aunque menos frecuente hoy, permanece en la memoria de la cultura popular mexicana.

Independientemente del simbolismo atribuido a la piñata, su elaboración y ruptura continúan representando creatividad, identidad y orgullo comunitario.

Tutorial para la elaboración de piñata

El IMME pone a disposición de las comunidades el video tutorial proporcionado por el Museo de Arte Popular:

     

 

Tutorial para la elaboración de piñata
Instituto de Mexicanas y Mexicanos en el Exterior