Ciudad de México, 03 de noviembre de 2016

           

Mensaje Final de la Secretaria De Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, Durante la Glosa Del IV Informe de Gobierno, ante el Pleno del Senado de la República

 

Distinguidas Senadoras y Senadores de la República:

Desde que México nació como país independiente, la política exterior ha sido un instrumento invaluable para proyectar y defender su soberanía, proteger a sus ciudadanos en el extranjero, proyectar sus valores, avanzar sus intereses, y, cada vez más,  para sumar nuestra voz a las grandes causas de la humanidad.

Como cualquier otra política pública, la exterior sólo es útil si contribuye al desarrollo interno del país, como un instrumento eficiente para incidir, transformar, mejorar, y hacer una diferencia benéfica, en la vida de las personas.

Ésta es la convicción la visión y la brújula que guía,  y seguirá orientando, la política exterior cercana, activa  y con sentido social, que lidera el Presidente Enrique Peña Nieto. 

Si bien nuestro país cuenta con fortalezas innegables para proyectarse con éxito en el plano internacional,  la política exterior no ocurre en el vacío, sino en contextos históricos y geopolíticos concretos.

Vemos que en el mundo se  avecina un periodo de  reconfiguraciones y definiciones, que exigirá imaginación,  inteligencia y liderazgo, para convertir los retos en oportunidades, mediante una política exterior con auténtica visión de Estado.

Frente a este panorama, nuestro país requiere unidad;  que no es sinónimo de uniformidad en los diagnósticos o los métodos, sino de acuerdo en los objetivos y en la voluntad política para transformar las ideas  en realidades que le sirvan a las personas.

En este propósito, México cuenta con sus Senadoras y Senadores,  a quienes reconozco y agradezco nuevamente  por su compromiso,  su patriotismo y su trabajo coordinado con la Cancillería.

El diálogo franco, abierto y directo que acabamos de sostener  es muestra elocuente de la solidez de nuestras instituciones,  del sano pluralismo de nuestra sociedad, y de la madurez de nuestra democracia.

La diversidad de opiniones,  visiones  e ideologías siempre será una fortaleza, un río del cual podemos y debemos abrevar, para poner en marcha soluciones creativas e innovadoras.

Pero debemos recordar también que, desde afuera, el mundo nos observa, e interactúa con nosotros como un solo país.

Sin menoscabo de nuestra pluralidad interna, por encima de diferencias de opinión siempre legítimas, y más allá de agendas particulares, nos conviene proyectarnos con una sola voz, una sola fuerza; como un país que trabaja unido por sus principios e intereses.

Esta reflexión resulta particularmente pertinente de cara a Estados Unidos, y a la luz del inédito, estridente y, hay que decirlo, impredecible momento político que vive nuestro vecino, principal aliado y socio comercial.

En este punto, quiero reiterar que nuestra relación, una de las más sólidas y estables del mundo, está por encima de coyunturas. Los hechos muestran avances claros y contundentes en  la diversificación, la profundización, y la institucionalización de nuestra agenda bilateral y también de la regional.

Nuestros intercambios económicos, el diálogo político entre nuestros gobiernos, y las interacciones cotidianas entre nuestras sociedades, transcurren con la normalidad propia de una amistad multifacética, madura y fructífera para ambos países.

La estrategia integral que hemos desplegado en los últimos meses, es un esfuerzo continuo y con amplios horizontes, que no se agota en episodios de relumbrón, y que trasciende coyunturas.

Por todo ello desde esta alta tribuna hago un llamado a que cerremos filas, con responsabilidad de Estado, en torno a nuestro país y a nuestros ciudadanos, sin menoscabo del siempre necesario conveniente, y bienvenido contraste de ideas.

Además de estas acciones concretas, aprovecho esta tribuna para hacer un llamado a que fortalezcamos la diplomacia parlamentaria de México.

Se trata de un valioso instrumento para avanzar nuestro interés nacional, particularmente frente a nuestros socios estratégicos, como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, India o Corea, sin dejar de lado foros como el Parlamento Latinoamericano o la Confederación Parlamentaria de las Américas. En este tema,  Señoras y Señores Senadores, sepan que siempre contarán con el apoyo de la Cancillería.

Señoras y señores, aprovecho para decirles que si bien, nuestro marco constitucional establece que corresponde a la o él titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores comparecer ante esta soberanía en el marco o en la glosa del informe, les reitero mi disposición por sostener cuantas reuniones y encuentros sean necesarios para avanzar en la agenda que compartimos.

Y así mimos compartirles que instruiré a nuestros Embajadores y Cónsules, a que presenten un informe de fin de comisión, en el que presenten los resultados de sus gestiones, en cuanto concluyan la representación de México en el exterior a esta soberanía. Y que este informe de fin de gestión debe desde luego, estar guiado por el pliego de instrucciones que el Presidente de la República gira a nuestros representantes al inicio de sus comisiones.

Por otro lado, también les comparto que en próximos días estaremos enviando para su consideración a esta soberanía un paquete de nombramientos de representantes en el exterior, para que puedan valorar y analizar y en su casi, citar a comparecer a las propuestas que buscamos puedan representar a nuestro país en importantes representaciones en el exterior

Señoras Senadoras y señores Senadores de la Republica:

Les agradezco por este diálogo republicano, y les reitero mi disposición para continuar construyendo sinergias y puentes de entendimiento, en beneficio de México y de nuestra gente.

Muchas gracias.