Palabras del Embajador José Luis Bernal en la inauguración del

Tercer Seminario sobre Relaciones Sino Mexicanas

Desarrollo y Cooperación en la Nueva Era

 

23 de octubre de 2018

 

Honorable Sr. Cai Feng, Vicepresidente de la Academia China de Ciencias Sociales

Dr. Roberto Castañón Romo, Director del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México,

Dr. Gustavo Vega Cánovas, Secretario General de El Colegio de México,

 

Señoras y señores:

 

Es un honor para mí participar, como Embajador de México, en esta ceremonia inaugural del Tercer Seminario sobre Relaciones entre México y China, que congrega a numerosos académicos chinos y mexicanos altamente reconocidos, para analizar las orientaciones futuras de las relaciones sino-mexicanas bajo el título de “Desarrollo y Cooperación en la Nueva Era”.

Sin duda, estos tres conceptos, Nueva era, cooperación y desarrollo, de entrada nos plantean un reto intelectual que nos convoca a responder con nuevas orientaciones a los desafíos de la cambiante realidad internacional en la que se ubican nuestras relaciones bilaterales. Y el reto es aún mayor cuando emprendemos esta tarea atendiendo a la convocatoria de prestigiosas instituciones como la Academia de Ciencias Sociales de China, mi Alma Mater la UNAM y El Colegio de México.

Es indudable que vivimos un momento histórico donde los paradigmas que prevalecieron hasta hace poco han sido trastocados por nuevas realidades asociadas a la globalización en tiempos más recientes a la contra-globalización; así como las secuelas de sucesivas crisis financieras y macroeconómicas; la multiplicación de conflictos armados; el ascenso de nuevos polos de desarrollo y de las economías emergentes, las migraciones, el crimen transnacional, el cambio tecnológico acelerado, la revolución de las telecomunicaciones y la ciberseguridad, y la reconfiguración de alianzas geoestratégicas, aspectos todos ellos que dan paso a esta nueva era, en la que estamos viviendo una transformación radical de la gobernanza global.

Nuestros dos países no han sido ajenos a esta cambiante realidad; más bien –cada uno en su contexto y en su propia dimensión- China y México son parte fundamental de la transformación que se vive en el mundo.

Y si la nueva época en ocasiones nos suscita dudas e incertidumbre, depende de nosotros transformar la incertidumbre en oportunidades. De ahí la importancia de unir esfuerzos entre gobiernos, investigadores académicos y los distintos actores económicos y sociales que hacen posible la cooperación para el continuo desarrollo de nuestras sociedades.

Como Embajador de México en China, todos los días constato el dinamismo y el continuo fortalecimiento de la relación bilateral en todos los campos.

China es ya el segundo socio comercial de México en el mundo y el primero entre los países de Asia-Pacífico. Es la segunda fuente de importaciones de México, el cuarto destino de nuestras exportaciones, el 12° país de origen de las inversiones directas y fuente creciente de tecnologías, financiamiento, turismo e intercambios educativos.

Indudablemente, esta relación es creciente para el impulso de nuestro propio desarrollo, por su impacto en la generación de empleos, la capacitación de recursos humanos, la transferencia tecnológica y el impulso de nuevas alianzas estratégicas para la diversificación de mercados, capitales, fuentes tecnológicas. Lo es también en el acceso a  financiamiento, el impulso del  turismo, los intercambios educativos y culturales y de la cooperación para el desarrollo.

Para ampliar y fortalecer esta relación, los últimos años, México y China han impulsado una Asociación Estratégica Integral, dando prioridad especial al Diálogo Político, al fortalecimiento del andamiaje institucional que norma la relación, a la ampliación de las relaciones económicas y de cooperación y a la concertación de posiciones en foros multilaterales.

En materia económica, México y China estamos construyendo una agenda de oportunidades económicas con visión estratégica, de largo plazo y orientada a resultados mutuamente benéficos.

China es un actor importante para nuestra estrategia de diversificación comercial. El año pasado el comercio bilateral fue superior a 81,000 mdd, con intercambios complementarios en nuestros procesos de transformación, creando importantes cadenas de valor y distribución.

En materia de inversiones, también hemos registrado avances muy importantes. En 2017, la inversión china en México alcanzó fue cuatro veces superior a la registrada en 2016 y se mantiene la tendencia ascendente, lo que también se observa del lado de empresas mexicanas que establecen sus operaciones en China. Para apoyar este sector, hemos ampliado las facilidades financieras, incluyendo la integración del Fondo Binacional de Inversiones y la operación de subsidiarias de dos grandes bancos chinos en México.

El turismo es otro componente exitoso de la relación bilateral, que registra crecimientos anuales por arriba del 15%. Por ello, los dos países tenemos especial interés en seguir promoviendo la conectividad aérea, en la que hemos dado pasos significativos los últimos dos años al elevar a tres las aerolíneas que prestan servicios directos, con 10 frecuencias de vuelos a la semana.

La agenda bilateral también se ha enriquecido a través de la cooperación técnica, educativa y cultural.

Y en este sentido, deseo destacar el papel de la cooperación en materia educativa, que es una pieza fundamental de la estrategia para estrechar la relación entre nuestros pueblos.

Se ha avanzado de forma importante en la movilidad estudiantil y los intercambios de profesores. Prueba de ello es el Programa Bilateral de Becas, que cada año permite que 80 estudiantes de ambos países crucen el Pacífico para llevar a cabo estudios de licenciatura y posgrado, así como de aprendizaje de idioma y cultura general.

Dos destacadas universidades mexicanas, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey han consolidado su presencia en China. Y el día de hoy me honra ser testigo de la ampliación de la red de intercambios entre instituciones educativas de nuestros países, con el Colegio de México retomando una tradición de muchos años de presencia activa en este sector.

Viendo hacia el futuro, la relación de México con este país es y seguirá siendo fundamental para la diversificación de nuestras relaciones políticas, económicas y sociales y para impulsar nuevas alianzas estratégicas regionales y multilaterales en beneficio de nuestro desarrollo nacional.

Esta prioridad se ve reforzada en primer lugar, por las características de la República Popular China y su creciente influencia global, por las nuevas estrategias de China para reforzar su acción global mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la redefinición de sus políticas públicas para reorientar su crecimiento, entre otras trascendentales iniciativas, lo que nos obliga a dedicar una atención cada vez más especializada a este gran país.

Confluye también la coyuntura de cambio político en México y nuestro interés nacional reiterado de seguir diversificando nuestros vínculos con el exterior.

Para concluir, en mi opinión, el fortalecimiento sostenido de la relación México-China seguirá abarcando cinco ámbitos de acción que se relacionan entre sí:

1)      Consolidación de avances en sectores como el diálogo político y el marco normativo. Contamos con una Comisión Binacional Permanente desde 2004; y grupos de alto nivel en materia económica (GAN), empresarial (GANE) y de inversión (GANI); además de acuerdos interinstitucionales de colaboración en distintos ámbitos

2)      Profundización en los capítulos que es necesario redoblar esfuerzos, fundamentalmente en materia de comercio, inversión, financiamiento, turismo, facilitación de viajes, cooperación científica y tecnológica, transporte marítimo y conectividad aérea, cooperación educativa y promoción cultural.

3)      Incorporación de nuevos temas, actores y acuerdos, ámbito en el que las instituciones de investigación y docencia tienen un gran papel a cumplir.

4)      Concertación de la acción multilateral, en temas de coincidencia de la agenda global, temas sectoriales y asuntos regionales.

5)      Exploración de nuevos escenarios de acción inmediata y de futuro, con un enfoque de largo alcance en el tiempo y en su cobertura, aspecto toral de análisis y planeación en el que también desde luego seguirán cumpliendo un papel cada vez más destacado las instituciones e investigadores que hoy están aquí reunidos.

Les deseo el mayor de los éxitos en este simposio y sobre todo en sus trabajos futuros.

 

Muchas gracias.