Concierto del flautista mexicano Horacio Franco

JOYAS INDÓMITAS DEL BARROCO

 

 

En la singularidad de una pequeña iglesia de Roma y la magnitud del artista, el flautista mexicano Horacio Franco ofreció un concierto cuyos asistentes cruzaron el espectáculo del aplauso frenético a la aclamación. "Música celestial" decía el párroco del templo dedicado a San Nicolás de Bari, cuya acústica extraordinaria permitía distinguir el sonido de varios instrumentos desde uno pequeño. El baile de los dedos, la magia del movimiento sincronizado del viento y la lengua. Noche de gala a invitación de la Embajada de México ante la Santa Sede y la generosidad de un músico orgullo de su país.