Cartas del Embajador

"CARLOS PELLICER, POETA DE AMÉRICA

 Alberto Barranco Chavarría

 

Calificado por la chilena Gabriela Mistral como “el poeta de América”, en su abanico de vida cabía el maestro de Octavio Paz y Pedro Ramírez Vázquez, con larga data en la Escuela Nacional Preparatoria y la Secundaria 4; el activista que a los 75 años se subió a un toldo de automóvil para arengar hacia la defensa de los campesinos, con tres ingresos a la cárcel en la bitácora: uno en la campaña de Vasconcelos; otro en España en los gritos contra el golpe al gobierno republicano, y otro a pleno Zócalo por lanzar improperios contra el imperialismo yanqui; museógrafo, años después de la muerte de su entrañable Frida Kahlo fue designado para volver museo la Casa Azul. Terminada la tarea dejó un recado sobre el buró: -¿Te gusta lo que hicimos por tu casa, Fisita? En la ruta le dio vida al Museo Regional de Antropología de Villahermosa, y llenó, con su colección de piezas prehispánicas, el instalado en Tepoztlán. Carlos Pellicer, el hombre de la voz profunda, estentórea, que inundaba su casa de las Lomas de Chapultepec en la crónica poética de su habitual nacimiento decembrino, sala comedor, biblioteca, recámaras. Colaborador y amigo de los Contemporáneos, fundador del Nuevo Ateneo, poeta vibrante, intenso, con inspiración en la naturaleza: fuego, aire, agua. Con Daniel Cosío Villegas, misionero cultural en una vecindad de Peralvillo. El que inició en la vida política a un joven paisano llamado Andrés Manuel López Obrador. El personaje con la marca de llegar más pronto a la Rotonda de Personas Ilustres.

 

Foto: INBAL