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SANTA CECILIA EN TRASTÉVERE

Reconocida como patrona de los músicos la mártir santa Cecilia tiene en Roma una iglesia de singular belleza erigida, según la tradición, en el mismo lugar donde en 1599, más de un milenio después de su muerte por convertirse al cristianismo, se descubrió su cuerpo incorrupto al abrirse el ataúd de ciprés a resguardo de sus restos. El portento fue observado directamente por el papa Clemente VII, quien le encargó al escultor Emilio Sfondrati reproducir la figura tal como se encontró.

Al trascurrir de los años el templo se fue trasformando hasta convertirse en uno de los más visitados de la ciudad eterna. A su vera se construyó un convento de la orden de la Santas Cecilia y Águeda, cuyas religiosas desde hace siglos tejen los palios que el pontífice entrega a los obispos cada 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo.  Ellas, en paralelo, modelan la cera para realizar esculturas de la joven mártir, angelitos y muñecos de recién nacidos, además de cirios para recién casados y para la temporada de Pascua. La cera se impregna con esencia de lavanda.

Cada miércoles a las 18:15 las hermanas comparten con la feligresía una oración divina.