TESORO DE LA CATEDRAL
Reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Catedral de Palermo en la región de Sicilia, encierra entre sus paredes una historia inaudita y un sinfín de escenas bíblicas confeccionadas con mosaicos bizantinos.
Se cuenta que Guillermo II, El Bueno, rey de Nápoles y Sicilia, tuvo una revelación de la madre de Dios en sueños, señalándole ésta un sitio donde se ocultaba un gran tesoro…el punto señalado para levantar una iglesia en su dedicación. Ubicadas monedas de oro tras una excavación, se contrataron a los más renombrados maestros del mosaico greco-bizantino para recubrir los interiores de la enorme construcción. Ésta se convertiría, a la invasión de los sarracenos del año 831 al 1072, en la Gran Mezquita Gami.
La vista camina en una alfombra de maravillas: Mas allá de las imágenes alusivas al Antiguo y Nuevo Testamentos, con énfasis en la vida de Jesús, a veces en brazos de la Virgen María; los arcángeles Miguel y Gabriel y los apóstoles. De pronto, en el carrusel, sobresale un Cristo, conocido como de la Bendición, integrado por miles de pequeñas piedras, algunas de ellas doradas. La representación del Nazareno está bendiciendo a los fieles con tres dedos.