TIERRA DE MILAGROS
Líder mundial en materia de milagros eucarísticos, Italia guarda decenas de lugares donde arriban peregrinos en senda testimonial y solicitud de favores.
Solamente en la región de Lazio, a la que pertenece Roma, existen tres sitios donde fluyen devoción y tradición. Así, en la basílica de Bolsena, provincia de Viterbo, el imán lo constituyen cuatro piedras consideradas sagradas, donde escurrió la sangre emanada de una hostia consagrada en testimonio de certeza para un sacerdote escéptico de la encarnación de Cristo en el pan. El hecho, ocurrido a Pietro da Praga, se remonta al año 1263.
Así, en el poblado de Orvieto se encuentra una huella conocida como “el santísimo corporal” dejada por el papa Urbano IV, el primero en arrodillarse ante el suceso de Bolsena, abriendo la puerta a la celebración de la solemnidad conocida como Corpus Domini. El signo pontificio selló el sitio para edificar la llamada Catedral Dorada.
En la ciudad de Alatri se reclama subir una escalera para alcanzar la basílica de San Pable, lo que obliga a los fieles a levantar la vista hacia una “hostia encarnada” que se guarda en una vitrina. La historia habla de la acción infame de un joven, “a consejo de una mujer malintencionada”, al robar una partícula de la sagrada forma, guardándola en un a paño. A los tres días la hostia se había vuelto carne. Los escritos de consigna datan de 1228.


