Columna de la flagelación

 

Entre las mil sorpresas e inauditos de las iglesias de Roma están las reliquias a la vista de los fieles en la Basílica de Santa Práxedes. El manto abriga desde los restos de San Valentín, el protector de los enamorados, hasta una columna traída desde Jerusalén por el cardenal Giovanni Colona en 1223, a la que la tradición ubica como la misma en que habría sido colocado Jesús para ser flagelado por orden de Poncio Pilato. En el joyel está una capilla bizantina dedicada a san Zenón y un pozo en el cual las mártires Práxedes y su hermana Prudenciana recogían la sangre de los cristianos sacrificados por el emperador romano Antonino Pío, a quienes después sepultaban. Pese a ser hijas del senador Prudente, su acción provocó su ejecución.

 

La iglesia de estructura medieval fue fundada por el papa Pascual I. Ahí se puede ver un busto de monseñor Santoni, que habría sido esculpido por el gran artista Bernini…cuando sólo tenía 10 años.

 

Si Roma es un museo vivo, su multitud de iglesias representan un relicario.