Con notable éxito y una gran afluencia, tuvo lugar la cuarta edición del Festival de Día de Muertos en el Museo de Historia de Berna (BHM) del 1 al 3 de noviembre. El evento, que se ha consolidado como uno de los más esperados en el calendario cultural de la ciudad, atrajo a más de 3,500 asistentes, tanto suizos como extranjeros residentes, quienes se dieron cita para vivir esta experiencia cultural mexicana única.
Autoridades gubernamentales, representantes del cuerpo diplomático, figuras destacadas de la comunidad internacional y miembros de la comunidad mexicana en Suiza asistieron a la ceremonia inaugural que se llevó a cabo el 1 de noviembre. En sus palabras de bienvenida, la Embajadora de México en Suiza, Cecilia Jaber, destacó la relevancia del Día de Muertos en la identidad mexicana, así como su impacto global tras haber sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Subrayó la importancia de mantener viva esta tradición y agradeció el apoyo continuo del Museo de Historia de Berna, que ha integrado esta festividad como un elemento fijo en su programación anual.
El Alcalde de Berna, Alec Von Graffenried, expresó su admiración por la profunda conexión de los mexicanos con los ciclos de la vida y la muerte y felicitó a los organizadores por el éxito del festival. Asimismo, enfatizó que estas tradiciones pueden inspirar una reflexión más amplia sobre la memoria y el aprecio por la vida.
En esta ocasión, el estado de Chiapas participó como invitado de honor, el cual tuvo una destacada representación. El señor Enrique Torresbatiz, Director de Turismo del Grupo Farrera de Chiapas, ofreció una intervención en la que describió las maravillas naturales, los sitios históricos y las vibrantes ciudades del estado. Invitó al público a conocer la región, al resaltar su riqueza cultural y la hospitalidad de su gente. Agradeció la oportunidad de compartir la belleza y autenticidad de Chiapas con un público internacional.
Uno de los momentos más esperados fue la participación del Chef chiapaneco Jorge Gordillo, ampliamente reconocido por su contribución a la gastronomía mexicana contemporánea. Durante el festival, el chef ofreció degustaciones de platillos típicos chiapanecos y ofreció clases magistrales que permitieron al público experimentar de primera mano la riqueza culinaria del estado. Su presencia fue un gran atractivo y realzó la conexión entre la cultura y la cocina tradicional de Chiapas.
El programa cultural también incluyó presentaciones del colectivo ARTEX, proveniente de San Juan Chamula, Chiapas, el cual llenó de color y ritmo el festival con sus danzas tradicionales y música autóctona. Los visitantes disfrutaron de una experiencia gastronómica integral, con cinco “food trucks” especializados en comida mexicana y puestos de artesanías, así como productos típicos que ofrecieron una muestra de la creatividad y la diversidad cultural de México. Entre los platillos más demandados estuvieron los tacos, tamales y el tradicional pan de muerto, acompañados por cocteles de café chiapaneco y mezcal.
El Museo de Historia de Berna fue también el escenario de una serie de actividades que mantuvieron al público cautivado durante todo el fin de semana. Se ofrecieron talleres de elaboración de flores de cempasúchil, decoración de calaveritas de azúcar y barro, creación de piñatas y juegos de lotería mexicana. Las familias disfrutaron de estaciones interactivas, como un set fotográfico digital con fondos alusivos al Día de Muertos y maquillaje de catrinas para niños y adultos.
Un altar monumental en el interior del museo fue dedicado al célebre poeta chiapaneco Jaime Sabines, decorado con elementos tradicionales y figuras de papel maché creadas por la artista mexicana Stephany Rodríguez, residente en Austria. Asimismo, se presentó una exposición de textiles chiapanecos, para mostrar la riqueza de los bordados y diseños de las diversas etnias del estado, la cual atrajo la atención de expertos en arte y público general.
El festival también incluyó la proyección de cortometrajes mexicanos sobre el Día de Muertos, facilitados por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), y el estreno del documental “Pukuj”. Además, el fotógrafo Gerardo García Cano exhibió una serie de retratos digitales que capturaron la esencia de las tradiciones mexicanas.
Uno de los momentos más emotivos fue el desfile de catrinas, que tuvo lugar el sábado 28 de octubre. Más de 350 personas participaron en este colorido recorrido desde el Museo de Historia hasta la Plaza de la Catedral de Berna, encabezado por el grupo de danza folclórica Luna de St. Gallen. Este desfile se ha convertido en una tradición que atrae tanto a locales como a turistas.
La jornada finalizó con un recital de piano en la Iglesia Francesa, ofrecido por el maestro Ricardo Acosta, pianista mexicano y profesor del Conservatorio de Berna. El programa, titulado “Música para la reflexión entre la vida y la muerte”, incluyó obras de Chopin y del compositor mexicano Castro, cerrando con una emotiva improvisación de “La Llorona”. El recital fue presenciado por aproximadamente 100 personas, quienes ovacionaron de pie la interpretación del maestro Acosta.