Ciudad de México, 30 de enero de 2018
Canciller Luis Videgaray: Muchas gracias querido Emilio, gracias señor coordinador por esta invitación muy honrosa y que mucho me alegra.
Agradezco sinceramente la oportunidad una vez más, de diálogo con el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República, y la oportunidad de saludar nuevamente a mis amigas y amigos senadores.
Saludo igualmente con el enorme respeto y apreciación, al senador Carlos Puente, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde, y a las y a los senadores del Partido Verde, que a lo largo de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, han sido también un punto de fortaleza y convicción para la transformación del país.
Es cierto, creo que he venido a todas las plenarias, no siempre con la misma cachucha, pero siempre con el mismo entusiasmo y siempre honrado, siempre agradecido por la deferencia tuya, Emilio y de todos y todas ustedes.
Quisiera yo hacer una breve exposición inicial, me quiero referir a cuatro temas, y después dejar el espacio que permita la agenda para tener un diálogo y de escuchar las opiniones de ustedes, y si hubiera preguntas, con mucho gusto atenderlas.
Antes de empezar, reitero mi agradecimiento por su comprensión ante el involuntario retraso que a veces esta maravillosa Ciudad de México ocasiona, siendo una ciudad libre y viva políticamente, a veces pasan, tenemos que enfrentar situaciones como las del día de hoy.
Me quiero referir a cuatro temas.
En primer lugar, quiero hablar de nuestra relación con el mundo y nuestra diversificación, particularmente de relaciones económicas.
En segundo lugar, algunos comentarios sobre nuestra relación bilateral con los Estados Unidos.
Tercero, y quiero hacer un breve comentario sobre la situación en la República Bolivariana de Venezuela, y la posición de política exterior de México al respecto.
Y, finalmente, quiero referirme a un par de elementos de la Agenda Legislativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para este periodo que está por iniciar.
En primer lugar, una característica de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto ha sido darle prominencia a la política exterior, haciendo de la política exterior uno de sus cinco ejes fundamentales, plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo. El quinto eje, el quinto pilar, es el hacer de México un actor con responsabilidad global.
Y eso es lo que ha hecho el Presidente Enrique Peña Nieto desde el primer día de su mandato, y eso es lo que hacemos conforme a sus instrucciones todos los días.
Asumir una responsabilidad global, significa tomar posiciones y significa abrirnos al mundo; estar dispuestos a tener relaciones más activos y mayor contenidos práctico con distintos países de la geografía global.
Ante el reto que implica la redefinición de nuestra relación con Estados Unidos, estos esfuerzos de diversificación cobran una especial importancia.
Pero hay que reconocer que los esfuerzos de diversificación no empiezan a partir del reto que tenemos recientemente en Estados Unidos.
Y como muestra de ello, podemos recordar que fue en el primer año de gobierno, en el año de 2013, donde el Presidente Enrique Peña Nieto va a Europa, a Bruselas, y propone modernizar y ampliar nuestro acuerdo comercial con Europa, con la finalidad de atraer más inversiones a México, del Continente Europeo, para generar más empleos, mejor remunerados para los mexicanos, y también de ampliar nuestro acceso al mercado europeo para los productos mexicanos.
Este es un trabajo que se ha venido llevando a cabo de manera ordenada, disciplinada, y que está muy cerca de llegar a una conclusión.
El Acuerdo con Europa, que data del año 2000, que es cuando se firmó, tiene tres pilares:
Un pilar político, otro de cooperación, y por supuesto, un pilar comercial.
Les puedo informar que a finales del año pasado, hemos concluido ya la negociación del pilar político, y del pilar de cooperación, y estamos a un 90 por ciento o más, de avance en materia comercial, que corre a cargo de la Secretaría de Economía.
Estamos seguros que, conforme ocurra en las pláticas pendientes, habremos de acercar posiciones y tenemos una posibilidad real de tener un acuerdo renovado que, insisto, tiene un objetivo muy específico, que es que haya un mercado más grande para los productos mexicanos, de todo tipo, desde los productos agrícolas hasta los productos manufactureros, también para los servicios, y por supuesto, hacer más atractivo a nuestro país para las inversiones de origen europeo.
Un segundo elemento de diversificación ha sido nuestra estrategia con la Región a la que orgullosamente pertenecemos, que es la América Latina y el Caribe.
Si bien geográficamente podemos decir que somos parte de la Región de Norteamérica, es innegable que nuestro corazón, nuestra cultura, nuestra historia, está en América Latina.
Y por lo tanto, orgullosamente podemos decir que México es parte del esfuerzo de integración regional latinoamericano más exitoso que haya tenido lugar, que es la Alianza del Pacífico.
Hemos, como ustedes saben muy bien, porque aquí además muchos de ustedes han sido participantes activos en ese proceso, la Alianza del Pacífico ha logrado la eliminación de aranceles en el 92 por ciento del comercio entre México, Colombia, Chile y Perú.
Y ahora la Alianza del Pacífico avanza no solamente en lo comercial, en la movilidad de personas, sino también en la integración de los mercados financieros y en ampliarnos como un bloque hacia otras latitudes.
Este año estamos continuando con el proceso de negociación con cuatro países, que serán Estados asociados a la Alianza, que no significa otra cosa que tengamos un acuerdo de Libre Comercio entre la Alianza y un bloque de cuatro países.
¿Qué países son? Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Canadá, con lo cual la Alianza del Pacífico continúa avanzando y se convierte en un instrumento fundamental de la diversificación de mercados para México.
Al tiempo que consolidamos la alianza del Pacífico, estamos tal vez en un momento mejor que nunca en nuestras relaciones bilaterales con las dos economías más grandes del Cono Sur, que son Brasil y Argentina.
Estamos, en este momento, negociando la ampliación de nuestro Acuerdo de Complementación Económica, con Brasil y también con Argentina.
El objetivo es, insisto, dar mayor acceso a los productos mexicanos a estos dos grandes mercados.
El Presidente Mauricio Macri estará en México este año. Esperamos también que se concrete una visita del Presidente Enrique Peña Nieto a Brasil, este año, que serán momentos importantes para consolidar los avances en estas negociaciones de carácter comercial, y también de diálogo político.
Con respecto al Asia-Pacífico, hay que destacar tal vez uno de los logros más importantes de la política exterior del Presidente Enrique Peña Nieto, el haber elevado al carácter de Asociación Estratégica Integral, nuestra relación con China.
China, sin duda, la economía de mayor crecimiento en la Región Asiática en la última década, y que habrá de convertirse muy pronto en el principal mercado para productos de consumo en todo el mundo.
Hemos logrado atraer inversiones chinas, como no se habían dado en el pasado.
Recordar que se estableció por primera vez un fondo México-China, con un saldo de mil 200 millones de dólares, que ya está invirtiendo en proyectos por ejemplo de carácter energético o en telecomunicaciones en México.
Es un fondo que además administra el Banco Mundial, con capital chino, exclusivamente para proyectos en México.
Tenemos dos bancos chinos por primera vez en nuestro país y están invirtiendo empresas, desde industriales, por ejemplo, en materia portuaria de infraestructura o empresas de comercio electrónico como “Alibaba”, que por primera vez está entrando al mercado mexicano.
Al tiempo que estrechamos nuestra relación con China, México continúa siendo un participante activo en la negociación del Tratado de Asociación Transpacífico, el TPP.
Como ustedes saben, al llegar a la Presidencia de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump, a los pocos días anunció que se retiraba Estados Unidos del TPP; sin embargo, el TPP continúa y sigue siendo para México un instrumento muy importante de integración hacia el Asia-Pacífico, y les puedo confirmar algo que ustedes seguramente ya vieron a través de los medios de comunicación, que es que se ha logrado un acuerdo para que ahora el llamado TPP-11, es decir los once socios que nos mantenemos en el TPP, sea firmado a principios del mes de marzo.
Está previsto que así sea, ocurrirá la firma en Chile, uno de los países firmantes, y por lo tanto el TPP que es un esfuerzo que inició desde hace varios años, en el que México ha participado con seriedad y convicción, se convierte también en un instrumento de diversificación de mercados.
Seguimos negociando otros acuerdos comerciales, por ejemplo la modernización de nuestro acuerdo con Israel, un acuerdo que existe, donde tenemos sin duda una oportunidad interesante.
Con Turquía siguen las negociaciones. Tenemos negociaciones bilaterales con Paraguay; con Uruguay también, con el que tenemos un acuerdo comercial desde el año 2004. Es decir, hay una estrategia, que no es una estrategia coyuntural, sino que es una estrategia sistemática, que tiene su origen en el Plan Nacional de Desarrollo, de diversificar el acceso de México a mercados y diversificar el origen de la inversión que llega a México.
Nos permite el que esto haya ocurrido y sea un proceso que se está consolidando, sin duda en buen momento. En un momento en el cual los eventos políticos en nuestro vecino del norte, sin duda nos obligan a diversificar nuestras relaciones comerciales.
Lo que les quiero decir es que esto es algo para lo cual México se ha venido preparando, lo ha hecho con seriedad, con profesionalismo y, sobre todo, con éxito, porque hoy somos uno de los países con más acceso a los mercados internacionales.
Con Estados Unidos, desde el inicio de la administración del Presidente Donald Trump, lo hemos dicho con mucha claridad, ante un escenario inédito, nosotros lo enfrentamos primero a partir de nuestros principios, de nuestras convicciones, con objetivos claros y también con límites muy claros.
Lo enfrentamos con la serenidad que nos da el sabernos que somos un país soberano, que somos un país grande y somos un país importante.
En materia comercial México es un mercado muy grande para los productos de Estados Unidos. Hay sectores de la economía en Estados Unidos, cuya fuente fundamental de divisas es el mercado mexicano y por lo tanto eso nos da, si tenemos claridad en nuestros principios, sabemos cuáles son nuestros objetivos y sabemos cuáles son nuestros límites, tenemos la confianza que como país soberano podemos llegar a un buen acuerdo.
No estamos negociando el Tratado de Libre Comercio a través de las redes sociales. Lo estamos negociando a través de un proceso profesional, altamente técnico que está avanzando y ustedes son testigos de cómo ayer culminó la sexta ronda ya de negociación, con avances.
No hemos todavía llegado al final de la ruta, pero sin duda se está encausando conforme a elementos objetivos, que permitan lo que es importante en cualquier negociación, que sea una negociación buena para todas las partes.
Nuestro interés fundamental es el de México y los mexicanos, pero queremos un acuerdo que sea ganar, ganar, ganar para México; pero, también para Canadá y para Estados Unidos.
Estamos negociando de buena fe, estamos negociando, insisto, asumiendo plenamente la complejidad del proceso.
Estamos convencidos que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se puede mejorar, es perfectible, sobre todo porque es un acuerdo relativamente añejo; es un acuerdo negociado hace 25 años y el mundo ha cambiado mucho.
Hemos aprendido también acerca de nuestra relación con Estados Unidos y Canadá, y podemos aprovechar los cambios regulatorios y legislativos que han ocurrido en nuestro país.
Así, por lo tanto, habremos de ver en este Tratado renovado de Libre Comercio, entre Canadá, México y Estados Unidos, reglas para determinar el funcionamiento del comercio electrónico, algo que no existía hace 25 años.
Tendrá un capítulo energético, tendrá un capítulo anticorrupción, que acaba por cierto de ser ya cerrado en la ronda que terminó el día de ayer y habremos de modernizar este acuerdo, insisto, para beneficio de México, de los trabajadores mexicanos y por supuesto de las empresas mexicanas.
Como todo proceso de negociación en marcha, por supuesto que hay incertidumbre. Hay incertidumbre respecto a los tiempos de la negociación e incluso respecto a la negociación misma.
Los mexicanos debemos enfrentar este proceso, con la tranquilidad de que pase lo que pase México es una nación fuerte, México es una nación que es más grande que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte o con cualquier región del mundo.
Por supuesto, si el resultado no fuera el deseado, eso no implica que dejaríamos de hacer comercio con Estados Unidos y con Canadá, tenemos elementos de sobra para que esto continúe.
Sin embargo, nuestra prioridad, nuestra preferencia es muy clara, queremos que exista un acuerdo de libre comercio renovado, porque no tenerlo sería una oportunidad perdida.
La región norteamericana tiene todo para ser la más competitiva del mundo en las próximas décadas, y esa es la oportunidad que queremos aprovechar.
Naturalmente la relación, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, no es el único elemento en la relación con nuestro vecino del norte, es una relación extraordinamente compleja y extraordinamente intensa, donde existen temas importantes en materia de seguridad, de migración, de combate a las amenazas comunes como es el terrorismo, y por supuesto también intercambios turísticos, intercambios culturales, muchísimos estudiantes, miles de estudiantes que van para allá todos los años.
Y por supuesto el tema, un tema que está siempre en el interés de México y siempre en el corazón de los mexicanos, es el bienestar de nuestros paisanos, los mexicanos que viven en Estados Unidos.
Aquí les puedo decir que nuestra obligación moral y legal es inequívoca, es proteger a los mexicanos donde quiera que estén.
En cualquier rincón del mundo que se encuentre el Gobierno mexicano tiene la obligación de protegerlos, y por lo tanto, ha sido extraordinariamente útil el apoyo presupuestal que se dio a la Secretaría de Relaciones Exteriores el año pasado, a iniciativa, a propuesta del Senado de la República, para fortalecer nuestras capacidades de protección y particularmente de representación legal a los mexicanos en los Estados Unidos.
Nuestros 50 consulados se han convertido en auténticas defensorías, centros de asesoría legal, para las mexicanas y los mexicanos en Estados Unidos.
Hasta ahora, hay que reconocerlo, las cifras de deportaciones y el registro de eventos de esta naturaleza, ha sido afortunadamente menor, en 2017, de lo que fue en 2016.
La tendencia no ha sido hasta ahora hacia un mayor número de deportaciones.
Sin embargo, es nuestra obligación y seguiremos cumpliendo con convicción con esa obligación, el estar listos para la defensa de cualquier mexicana o mexicano que lo requiera.
Son miles hoy ya las mexicanas y los mexicanos que cuentan con asesoría, con abogados pagados por el Gobierno mexicano, con la defensa, la representación legal que su país les ofrece en los Estados Unidos.
No se trata de violar el Estado de derecho en los Estados Unidos, entendemos que es un país de leyes, y las leyes de cualquier país deben de respetarse, pero lo que pedimos y lo que exigimos es por lo tanto que se respeten a plenitud los derechos de nuestros connacionales, los derechos humanos y su dignidad fundamental.
Y eso es lo que estamos haciendo a través, insisto, de un equipo extraordinario que tenemos en nuestros 50 consulados y de muchas alianzas con asociaciones de la sociedad, organizaciones de la sociedad civil, que nos permiten dar una defensa efectiva y oportuna a las y los mexicanos en Estados Unidos.
Quiero, señores coordinadores, hacer un breve comentario sobre la posición de México ante la gravedad de los hechos que ocurren en un país muy querido, un país muy cercano a México que es Venezuela.
A lo largo de los últimos meses, tal vez los últimos años, hemos, la comunidad internacional, México incluido, ha observado un deterioro de las condiciones institucionales, particularmente sobre la vigencia de la democracia que conforman en el Gobierno en Venezuela.
Siendo un país firmante de la carta democrática de la Organización de Estados Americanos, nuestra obligación es no permanecer indiferentes ante estos hechos.
Como país latinoamericano, como firmante de la Carta Interamericana, la Carta Democrática Interamericana, tenemos la obligación de defender la democracia representativa como forma de gobierno de la región.
América Latina en 2001 decidió colectivamente que nuestra forma de gobierno será la democracia, la democracia representativa, donde sea únicamente el voto de los ciudadanos quien determine quién gobierna.
Como ocurre en el caso de México y como afortunadamente hoy ocurre prácticamente en todo el Continente.
Lo que hemos observado, desafortunadamente en Venezuela, es que este orden democrático ha sido gravemente minado a través de una sucesión de decisiones que han anulado la efectividad y la vigencia de la democracia.
Ante ello, hemos actuado en los foros internacionales, hemos actuado colectivamente, por ejemplo en el Grupo de Lima, donde acabamos de estar la semana pasada, donde ya son 14 países que emitimos declaraciones conjuntas exigiendo el retorno a una democracia efectiva en Venezuela.
Pero también nos hemos comprometido a no escatimar nuestros esfuerzos diplomáticos para contribuir a que exista una solución pacífica a una solución política que sea resuelta exclusivamente entre los venezolanos.
No le toca a ningún país ni a ningún gobierno extranjero, definir cuál será la solución a la crisis. Esto les corresponde a los venezolanos.
Nos corresponde, sin embargo, hacer nuestro máximo esfuerzo, insisto, de carácter diplomático, para facilitar una solución política entre los venezolanos.
Por eso acudimos de buena fe al diálogo que convocó el Presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, el año pasado, en nuestro carácter de acompañantes.
Y nos mantuvimos en ese diálogo y dedicamos una buena cantidad de nuestro tiempo a ello. Asistimos a tres sesiones distintas, dos en diciembre y una en enero, siempre que observamos condiciones de seriedad de las partes en ese diálogo.
Lamentablemente estas condiciones creemos que han sido violadas por el propio Gobierno del presidente Nicolás Maduro, de manera sorpresiva, anunciar una fecha electoral, contraviniendo todo lo que se venía negociando en Santo Domingo.
En Santo Domingo, uno de los temas que se estaba negociando era la fecha de las elecciones, en un periodo distinto al que anunció el Gobierno, y de pronto, de manera unilateral, el Gobierno del Presidente Maduro, anunció que las elecciones serían de manera prácticamente inmediata, con un pequeñísimo tiempo de preparación, violando, insisto, la confianza en la Mesa de Negociación.
Por eso decidimos retirarnos; es una decisión que lamentamos, nos gustaría ver este proceso de negociación, continuar y que sea exitoso para realmente generar las condiciones políticas para que sean los venezolanos quienes decidan quién será su futuro Presidente.
Hoy, desafortunadamente, no observamos seriedad en la Mesa de Negociación y lamentamos mucho el habernos retirado ante esta situación.
Vamos a seguir trabajando desde todas las trincheras diplomáticas que estén a nuestro alcance, para promover una solución a la gravísima crisis que vive aquel país. Pero al final de cuentas, que no quede duda, la responsabilidad política sobre esa crisis, es de Nicolás Maduro.
Finalmente, amigas y amigos senadores, me quiero referir a dos elementos de la Agenda Legislativa que habremos de presentar, que el Presidente de la República nos ha instruido preparar y que en el ejercicio de su facultad constitucional habrá de presentar en breve a la Cámara de Senadores.
En primer lugar, como ha ocurrido prácticamente en todos los periodos ordinarios de sesiones, habrá un paquete de nombramientos de embajadores.
Les quiero decir que gracias al extraordinario esfuerzo que se hizo y que ustedes, la generosidad y el respaldo de ustedes, en el periodo Ordinario de Sesiones anterior, donde por primera vez, después de muchos años, se cubrieron todas las representaciones diplomáticas de México en el exterior, todos los consulados, todas las embajadas, todas las misiones, cerramos el año sin ninguna vacante.
Por lo tanto, el paquete que vamos a presentar, señor Coordinador, es muy chiquito, es muy pequeño.
Solamente vamos a atender algunas vacantes que se generan por el movimiento natural de embajadores, por un par de retiros, pero será un paquete muy pequeño, comparado con los paquetes que se han visto en ocasiones anteriores, y por supuesto, pedir el apoyo de antemano de las senadoras y los senadores de los grupos parlamentarios del Partido Verde y del PRI, para que podamos, ojalá, terminar el Periodo Ordinario de Sesiones con todas las representaciones diplomáticas, con titulares nombrados.
El segundo punto, y con esto termino, es adelantarles que estamos terminando de trabajar en una Iniciativa de reformas que nos ha instruido el Presidente de la República y que pondremos a su consideración, para fortalecer al Servicio Exterior Mexicano.
Como ustedes saben, la diplomacia es una carrera singular. Las mexicanas y mexicanos que deciden entregar su vida a representar a México en el exterior, enfrentan condiciones singulares, una vida que por definición los lleva de un país a otro, donde cada tres o cuatro años deben de rehacer sus relaciones personales, trasladar a su familia.
Una carrera en la que por cierto, un diplomático, que ejerce funciones de diplomático, solamente puede trabajar para un patrón, que es la Secretaría de Relaciones Exteriores, y que entrega su vida defendiendo los intereses de México, requiere, y este es nuestro diagnóstico, un mayor respaldo y una mayor reciprocidad del Estado mexicano.
Hemos hecho un esfuerzo muy importante para dar mayores oportunidades de desarrollo a los miembros del Servicio Exterior.
Hicimos el año pasado un concurso histórico de ascensos por sus dimensiones, en el cual muchas y muchos que llevaban años, a veces más de una década esperando una oportunidad de ascenso, finalmente lo lograron.
Estamos trabajando en darle mayor agilidad a los traslados, evitando que haya mujeres y hombres del servicio exterior, que pasaban siete u ocho años en la misma adscripción y que no habían tenido rotación simplemente porque no había el presupuesto para hacerlo.
Estamos trabajando en atender distintas características de la vida de las mujeres y hombres de nuestro servicio diplomático.
Sin embargo, ahí tal vez uno de los elementos más injustos, el de las condiciones profesionales de los diplomáticos mexicanos, que son sus condiciones de retiro.
Tras entregarle una vida a México, una vida de patriotismo, una vida de enormes esfuerzos, hoy los diplomáticos mexicanos se retiran en condiciones francamente que no son dignas y que no les permiten tener una etapa digna en el retiro.
Por lo tanto, el Presidente nos ha instruido a preparar una serie de reformas a la Ley del Servicio Exterior Mexicano y a otros ordenamientos, que nos permitan dar, ofrecer condiciones de retiro más dignas, no solamente a los embajadores y embajadoras que se retiran, sino a los ministros, a los consejeros, a los primeros secretarios, a todos aquellos que le dedican su vida a México, a servir en esta carrera que es excepcional, que es singular y que tiene características que no tienen otras funciones dentro del aparato administrativo o del Estado mexicano.
Por supuesto, en el momento en que se presente esta Iniciativa, teniendo como cámara de origen al Senado, en atención a las funciones que tiene el Senado en materia de política exterior, estaremos señores coordinadores a su disposición para exponerla y prestar el apoyo técnico a las deliberaciones que tenga el Senado
Creemos que esta iniciativa será, de ser aprobada por el Congreso de la Unión, un acto de justicia; pero, también será un elemento indispensable para fortalecer una capacidad institucional del Estado mexicano, que es el tener un servicio exterior profesional de carrera, vigoroso y fuerte, característica indispensable para tener una política exterior exitosa como nación soberana.
Aquí termino mis comentarios iniciales, señor coordinador, y estoy como siempre listo para escuchar sus comentarios.
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