México se integra de 32 Estados, con una identidad cultural propia. Con más de 120 millones de habitantes, y 68 lenguas indígenas registradas, establecidos en un territorio de 2 millones de kilómetros cuadrados, México conforma un universo; dentro de él, por su historia y tradiciones culturales propias, destaca el Estado de Oaxaca.

 Esta entidad se localiza a 470 kilómetros de la Ciudad de México y a más de 1500 metros sobre el nivel de mar; en la zona montañosa, denominada Sierra Madre del Sur, que bordea el Océano Pacifico mexicano.

 Como ciudad novohispana, fue fundada en 1529 y en ese año Hernán Cortez fue nombrado Márquez del Valle de Oaxaca; por Cédula Real firmada por Carlos I en 1532, recibe el título de Ciudad de Antequera, que conservó durante la época colonial.

A lo largo de su historia, este Estado ha destacado como centro de convergencia cultural donde conviven más de 16 grupos étnicos que hablan principalmente dos lenguas indígenas: zapoteco y mixteco. Esta condición alimenta su riqueza cultural, sus costumbres y tradiciones vivas que se conservan hasta la fecha.

 Oaxaca se ha distinguido a nivel nacional por una intensa actividad artística convirtiéndose en sede de importantes Foros y Festivales culturales donde se representa la diversidad de sus raíces indígenas. Entre esas festividades, destaca la celebración del “Día de Muertos”, de especial significado para la cultura oaxaqueña; y la “Guelagetza”, que anualmente en el mes de julio reúne decenas de grupos de música y danza, ataviados con una colorida vestimenta, representativos de las 8 regiones culturales que conforman Oaxaca.

 Designada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1987, la capital de Oaxaca aglutina tesoros arquitectónicos del novohispano-mexicano como su catedral barroca (1535-1733) y zonas arqueológicas como las pirámides de Monte Albán que conviven con originales expresiones de su cocina tradicional, como el mole negro, el queso “Oaxaca”, los chapulines, el chocolate y el mezcal; con la artesanía, el barro negro y, los llamados “alebrijes”, figuras de madera que representan, en vivos colores, animales fantásticos que habitan en la cosmogonía del universo oaxaqueño.

El arte tradicional y contemporáneo de este Estado se ha convertido en un estandarte de la cultura mexicana en el  extranjero. En este contexto, la exposición de pintura “Oaxaca de Juárez” se integra al programa “Semana de México en Porto 2016”, destinada a ofrecer al público de esta histórica ciudad de Portugal, una muestra de las expresiones artísticas más representativas en México: la cultura oaxaqueña.