En 2014 se cumplen 15 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México y Chile. Desde entonces, la relación comercial entre ambas naciones ha crecido vertiginosamente lo que ha motivado que dicho instrumento haya sido catalogado, tanto por el sector público como privado, como uno de los mejores que se han suscrito en América Latina. El acuerdo ha sido un fuerte impulsor de las relaciones bilaterales. Cabe tener en cuenta que en 1990 México y Chile no tenían relaciones diplomáticas y su comercio era muy limitado. Tras la reanudación de relaciones, los dos países suscribieron, en 1992, el Acuerdo de Complementación Económica, ACE, que fuera sustituido por el TLC que entró en vigor el 1 de agosto de 1999, constituyendo a México como un socio comercial de primer nivel para Chile. El TLC actualmente está incorporado al Acuerdo de Asociación Estratégica entre ambos países, el cual incluye el ámbito político, de cooperación y comercial.

 

Por otro lado, el TLC también ha tenido un considerable efecto de bienestar y ha redundado en la creación de empleos, tanto directos como indirectos. Actualmente, más de 900 empresas chilenas exportan a México una oferta de 1.102 productos, donde el cobre ocupa alrededor del 35% de los envíos. Desde México, 1.591 empresas importadoras internaron en Chile una variedad de 1.862 productos mexicanos.

En este contexto, gracias a la suscripción del ACE y del TLC, casi la totalidad del comercio está libre de aranceles (99.7%). Como se ve en el siguiente gráfico, el intercambio comercial entre Chile y México, por su parte, ha crecido alrededor de un 266% desde 1999, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio bilateral.

 

En 2011, Chile ocupó el lugar número 16 en el comercio total de México (11 como comprador y el 18 como abastecedor). Chile ocupó la tercera posición en cuestión de comercio con México, dentro de los países que conforman la región de América Latina y el Caribe, sólo por debajo de Brasil y Colombia. El intercambio comercial entre México y Chile creció en un 209% entre 2001 y 2011, al pasar de 1,349 a 4,173 millones de dólares (mdd), que representa una tasa media anual de crecimiento de 12%. Las exportaciones mexicanas a Chile crecieron 453% entre 2001 y 2011, pasando de 374 mdd a 2,072 mdd, lo que representó una tasa media anual de crecimiento de 19%. Por su parte, las importaciones desde Chile aumentaron 116% entre 2001 y 2011, pasando de 975 mdd a 2,101 mdd, con una tasa de crecimiento media anual de 8%. Al cierre de 2011, México registró un déficit de 29 md en su comercio con ese país.

 

Para 2012, el intercambio descendió a 3,820 mdd (según lo consigna Aduanas de Chile), es decir, 12.8% con respecto al año 2011.  La cifra se debe en gran parte a la fuerte disminución de las exportaciones chilenas – en especial cobre- al mercado mexicano. En términos globales, las exportaciones chilenas disminuyeron en un 31%. Junto al cobre, el principal producto de exportación a México, también hubo una reducción en el sector frutícola, forestal y cereales exportados a México de entre 2.6 % y 2%. La baja más importante es el cobre que descendió en sus ventas a México en un 88.3% con respecto al año anterior (datos del Banco Central de Chile 2012). Uno de los motivos de esta disminución se podría atribuir a las fuertes importaciones de cobre por parte de México desde el mercado de Estados Unidos.  Si tomamos en cuenta las cifras del año 2012 (con datos proyectados a diciembre de ese año) las exportaciones chilenas a México disminuyeron de 1. 950 millones de dólares en 2011, a 1.345 millones de dólares en 2012. Por el contrario, las exportaciones de México a Chile crecieron en un 1.8% al pasar de 2 mil 418 millones de dólares en 2011, a 2 mil 463 en 2012 lo que ocasionó un déficit en la balanza comercial de Chile, para el 2012, de mil 117 millones de dólares.

La baja en exportaciones chilenas a México en el sector silvícola y agropecuario,se puede atribuir a la pérdida de competitividad de estos sectores por el efecto de tipo de cambio y la aparición de competidores en las importaciones de este tipo de productos hacia México, así como al desarrollo de la agroindustria mexicana. Cabe también señalar que el 1 de febrero de 2012 entró en vigencia el TLC Perú-México, el cual en su primera etapa comprende acceso preferencial al mercado mexicano para 12 mil productos, con alto enfoque en productos del mar, licores y frutas, que convierten a los exportadores peruanos en competidores directos de Chile.

En materia de inversión, entre 1990 y 2011 también muestra una evolución favorable. Las inversiones acumuladas de México en Chile alcanzan los 3.450 millones de dólares, mientras que las inversiones chilenas en México llegan a los 868 millones de dólares, constituyéndose en el octavo destino de las inversiones directas de Chile, las cuáles se diseminan en los estados de Durango, Guanajuato, Jalisco, México, DF, Michoacán, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

México es el primer inversionista latinoamericano en Chile y el quinto a nivel mundial. En 2011, Chile ocupó la tercera posición entre los países de Sudamérica (sólo por debajo de Brasil y Panamá), que llevaron a cabo inversiones en México y la posición 19 a escala mundial. Entre enero de 1999 y diciembre de 2011, las empresas chilenas establecidas en México realizaron inversiones por 488.8 millones de dólares.

A diciembre de 2011, se contaba con el registro de 487 empresas con participación proveniente de Chile en su capital social. De 1999 a diciembre de 2011, el 71% de la inversión chilena se canalizó a la industria manufacturera, seguido por comercio (13%), servicios de apoyo y remediación (6%), transporte y comunicaciones (5%), construcción (2%), minería y extracción de petróleo (1%) y servicios inmobiliarios (1%). De acuerdo con ProMéxico, actualmente la institución tiene 8 proyectos en proceso de inversión chilena en México, en distintas fases de maduración, los cuales en conjunto pueden representar una inversión por más de mil millones de dólares y una generación potencial de 2 mil 135 empleos.

La inversión acumulada mexicana en Chile, según se observa en el siguiente gráfico, al término de 2012, es de 4,465.5 mdd, de acuerdo con la información de las propias empresas mexicanas a la Embajada de México y ProMéxico en Chile, entre las cuales destacan Aeroméxico, Farmacias Similares, Grupo México, Televisa, Grupo Casa Saba, Omnilife, América Móvil, Eumex, Telmex, Mexichem, Alsea, Mabe, Grupo Bimbo y Grupo Posadas.


En materia empresarial, en el marco de la III Comisión Binacional México-Chile celebrada en 1998 se creó la Cámara de Integración Chileno-Mexicana (CICMEX) en Santiago, la cual tiene como objetivo contribuir a fortalecer y consolidar las relaciones económicas y comerciales entre ambos países. También se creó el Comité Bilateral de Hombres de Negocios el cual está integrado por la Sociedad Chilena de Fomento Fabril (SOFOFA), el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología y el COMCE. En noviembre de 2008, ProMéxico suscribió un Convenio de Colaboración con ProChile para estrechar las relaciones de cooperación entre ambas instituciones; promover la cooperación económica y el desarrollo de las relaciones comerciales entre las empresas mexicanas y chilenas; desarrollar la cooperación empresarial en especial de las pequeñas y medianas empresas exportadoras, entre otros.

En la perspectiva de los próximos años, México y Chile deberán  intensificar sus relaciones económicas, comerciales y de inversión, tanto en el plano bilateral como en el marco de la Alianza del Pacífico. Destaca por ejemplo el Programa Nacional de Infraestructura 2013-2018 que abre un abanico de oportunidades para que empresas chilenas puedan incrementar sus inversiones en México, sobre todo debido a que desde 2007 México y Chile firmaron el protocolo por el que se adiciona el capítulo de compras del sector público al TLC, el cual establece el principio de trato nacional y la definición de criterios que deben aplicarse en los procedimientos de licitación. Chile tiene una amplia experiencia en infraestructura de transporte, principalmente en aeropuertos, ferrocarriles (tanto urbanos como de carga) y puertos por lo que tendría posibilidades de participar en cualquiera de éstos tres segmentos.

Actualmente, Chile está elaborando varios programas de investigación enfocados al desarrollo de procesos de innovación y cambio tecnológico asociados a la industria alimentaria. En mayo del año pasado se instaló el Consejo Estratégico Público – Privado para el Cluster de la Industria Alimentaria. Esta iniciativa, que replica el modelo que dio origen a exitosas experiencias internacionales como la compañía finlandesa Nokia y a Sillicon Valley, busca establecer un marco de estrategias públicas y privadas que estimulen la competitividad de esta industria. Aunque el fortalecimiento de la industria agroalimentaria chilena está orientado a impulsar las exportaciones de este sector para continuar diversificando sus ventas al exterior, se espera que en algunos años la industria cuente con los elementos suficientes para poder realizar inversiones en terceros países, entre ellos México.

En el sector minero existen igualmente nuevas oportunidades. En Latinoamérica Chile es considerado uno de los principales países mineros de la región, además de ocupar la primera posición como productor de cobre a nivel internacional. Actualmente, posee el 38% de las reservas probadas de cobre a nivel mundial, siendo su principal producto de exportación. Se estima que la industria minera de Chile creció un 9.2% durante 2010, llegando a situarse en valores cercanos a 40.5 mil millones de dólares. Para 2014 se espera que la industria tenga un valor aproximado de 69.6 mil millones de dólares, en gran medida por el incremento en la extracción del cobre, la cual generará contribuciones a la economía chilena por aproximadamente 11.29 mil millones de dólares, en gran parte influenciado por la demanda china a nivel internacional de dicho mineral.

Por su parte, de acuerdo a estimaciones de Business Monitor, la economía mexicana espera la inversión de 13.1 mil millones de dólares en proyectos del sector minero durante los próximos dos años, lo cual ayudará a mejorar la industria del país. En 2009, México ocupó el quinto lugar a nivel mundial y el primer lugar en Latinoamérica en inversión en exploración. Lo anterior puede aprovecharse por parte de empresas mineras chilenas interesadas en invertir en el sector. Un ejemplo de esto es la empresa Molymex, la cual ha destinado, a lo largo de su historia, el 55% de su inversión total a la construcción de infraestructura ecológica en México.

Finalmente, México tiene con Chile un acuerdo en materia turística, lo que ha facilitado la llegada de visitantes chilenos a México, los cuáles crecieron más de 30% en 2011 y 15% en 2012, para sumar una cantidad de 88 mil turistas. Esto posiciona a Chile como el 13º país entre los 25 que más visitantes por vía aérea generan a México.